Osteopatía

Osteopatía Estrutural

La osteopatía más conocida por los pacientes, se centra en problemas relacionados con el sistema músculo-esquelético. Se basa en una serie de técnicas cuyo objetivo es restablecer la falta de movilidad en las partes de nuestro cuerpo que la presenten.

El ser humano está diseñado para el movimiento y la falta de éste es lo que nos va a provocar la disfunción o problema en nuestro organismo. Las zonas hipermóviles generadas provocarán dolor por hiperexcitabilidad nerviosa.


Osteopatía Visceral

Técnicas usadas para recuperar la movilidad, motilidad y “alimentación” de las vísceras, provocando un mejor rendimiento del cuerpo.

Todas las vísceras pueden presentar patrones de dolor referido cuando se encuentren en disfunción, cada una de ellas en diferentes partes de nuestro cuerpo. Pudiendo generar a su vez tensiones anómalas fasciales y ligamentosas que crearán una mayor rigidez estructural, y como consecuencia  de ello la posible aparición de dolor.

También, sabemos que las disfunciones viscerales están relacionadas con problemas psicosomáticos.

Por ejemplo: usamos una técnica de bombeo del hígado para descongestionarlo, mejorando el recorrido de la bilis, la digestión de las grasas y con ello acabar con el cansancio crónico, presente en personas con mucho stress.


Osteopatía Craneal

Se trata de la valoración de las restricciones de movilidad de los huesos del cráneo, y aplicará una serie de técnicas para restaurar la normalidad del mismo, permitiendo así un correcto funcionamiento del sistema nervioso central y periférico.

Por tanto, se conseguirá una mejora de la circulación, de la transmisión de impulsos, normalización del tono muscular, mejora del metabolismo, liberación de estructuras, etc.

De manera que está indicada en patologías como: cefaleas tensionales, migrañas, vértigos, alteraciones visuales, trastornos del sueño, pediatría, estrés